Los filtros de redes sociales de Snapchat e Instagram que alteran las características faciales de un usuario funcionan utilizando una tecnología conocida como Realidad Aumentada.
Hoy me transformé en un perro, un vampiro y una reina de belleza con un maquillaje completo. En cuestión de segundos, cambié por completo mi apariencia sin siquiera levantar la cabeza de la cama. Este es el tipo de magia que Snapchat, Instagram y otras aplicaciones innovadoras nos brindan en el mundo de hoy.
Los filtros de Snapchat nos permiten agregar diversos elementos divertidos a nuestras caras (Crédito de la foto: twenty20)
Los filtros que modifican nuestras características faciales en tiempo real no son un concepto nuevo, pero continúan mejorando y volviéndose más realistas. Sin embargo, ¿qué sucede detrás de escena de estos filtros? ¿Qué truco tecnológico está realmente en juego?
Orígenes de los filtros de redes sociales
El reconocimiento y modificación facial no son invenciones recientes. Facebook ya identificaba y etiquetaba caras en imágenes hace mucho tiempo. La novedad radica en la escala y la velocidad de procesamiento, la capacidad de hacer esto en tiempo real.
Facebook ya identificaba y etiquetaba caras en imágenes mucho antes de los filtros de alteración facial (Crédito de la foto: Axel Bueckert/Shutterstock)
La tendencia de los filtros de redes sociales comenzó en 2015 cuando Snapchat adquirió una startup ucraniana llamada Looksery. En ese momento, eran los únicos en el mercado con la capacidad de mejorar videos e imágenes en vivo.
Ahora, todos tienen esta capacidad en su repertorio de trucos digitales. Los filtros ahora pueden modificar tus características faciales con una precisión casi sorprendente e incluso pueden detectar el mundo que te rodea, permitiendo que aparezcan gatos bailando en el pavimento frente a ti con solo un toque.
Las lentes mundiales de Snapchat pueden hacer que aparezcan unicornios bailando en tu teclado si lo deseas.
Una tecnología llamada Realidad Aumentada (AR) es la responsable de todas estas nuevas características. Snapchat, Instagram y Facebook tienen sus propias versiones de estos filtros, pero son básicamente lo mismo. Algunos se refieren a esto como «AR social», pero más precisamente, es una combinación de visión por computadora, AR e Inteligencia Artificial (IA).
Realidad Aumentada (AR): La tecnología que impulsa los filtros
La Realidad Aumentada es una tecnología que permite mejorar y modificar imágenes del mundo real. Permite la mezcla del mundo virtual con el mundo real.
AR encuentra aplicaciones en navegación, marketing, educación y otros campos, además de entretenernos con filtros (Crédito de la foto: Zapp2Photo/Shutterstock)
AR es una tecnología avanzada con capacidades que van más allá de los filtros de perros, pero por ahora, centrémonos en estos filtros básicos. En su forma más simple, AR superpone imágenes en el video en vivo capturado por una cámara. Para tus necesidades en redes sociales, tu cámara de teléfono inteligente cumple típicamente este propósito.
¿Cómo funcionan estos filtros?
Primero, la computadora debe determinar la ubicación de tu cara. Luego, analiza las características de tu rostro específico, distorsionando y aplicando efectos a tu apariencia.
- Detección: Enseñar a las computadoras a identificar y reconocer rostros y características faciales no es una tarea fácil.
Para una computadora, identificar un rostro es más desafiante que para una persona encontrar a alguien específico en una multitud. (Crédito de la foto: Today)
- La computadora convierte la imagen a escala de grises para simplificar su comprensión. Luego analiza los valores de color de los píxeles en la imagen e identifica patrones de contraste. Se utiliza el marco de detección de objetos Viola-Jones con este propósito.
- Mapeo: Se utilizan Modelos de Forma Activa (ASM) para localizar personas específicas y etiquetar características faciales. Los modelos de aprendizaje automático se entrenan utilizando datos donde estas características ya han sido mapeadas. Se marca un rostro con un conjunto de puntos para definir sus características, formando un Modelo de Distribución de Puntos (PDM).
- En esencia, proporcionas a la computadora cien imágenes e indicas la ubicación de los ojos en cada imagen. Posteriormente, la computadora se vuelve capaz de señalar los ojos en una nueva imagen.
- Cuando capturas tu propio rostro usando tu cámara, la computadora coloca los puntos de un rostro promedio alrededor de la ubicación detectada de tu rostro. Estos puntos se ajustan en base a su conocimiento de cómo se espera que aparezca un rostro. Luego crea una ‘malla’ de tu rostro utilizando estos puntos.
Se genera una malla de tu rostro a partir de los puntos mapeados. (Crédito de la foto: GermanVectorPro/Shutterstock)
- Modificación: La malla 3D de tu rostro puede moverse contigo. Es por eso que el filtro de labios que aplicas no se desplaza cuando giras tu rostro hacia un lado. Esta malla se puede distorsionar para lograr alteraciones deseadas, como hacer que tu rostro se vea hinchado, tu nariz puntiaguda o tus ojos más grandes.
- Las imágenes se superponen para producir efectos específicos, como el maquillaje. La imagen del lápiz labial contiene puntos que deben alinearse con los puntos que indican la posición de tus labios, lo que resulta en una colocación muy precisa de la imagen.
Y así, voilà! ¡Estás vomitando arcoíris!
Conclusión
Ahora, tal vez tengas una mejor comprensión de cómo funcionan los filtros de realidad aumentada en las redes sociales. Utilizan su conocimiento existente sobre los rostros para detectar y mapear tu rostro. Luego, pueden manipularlo según sea necesario, incluso transformándolo en diferentes formas extrañas y divertidas.
En el futuro, a medida que avance la tecnología, los filtros de realidad aumentada se volverán tan hábiles para emular la realidad que será imposible distinguir lo que es real de lo que no lo es. Por ahora, divirtámonos con orejas de conejo y cabello de colores.