¿Dónde van las moscas e insectos durante las tormentas?

Los insectos tienen diversas estrategias para hacer frente al mal tiempo, como buscar refugio, evitar las gotas de lluvia o incluso aprovechar la tormenta a su favor.

En veranos calurosos y húmedos, las tormentas son a menudo un alivio, proporcionando un descanso del calor abrasador y los insectos enjambreantes. Sin embargo, mientras los humanos tienen paraguas y refugio, los insectos no tienen estos lujos. Con miles de millones de insectos en el planeta, muchos de los cuales pueden volar, deben encontrar formas de lidiar con las gotas de lluvia que caen.

Entonces, ¿cómo manejan los insectos el clima lluvioso? ¿Dónde van las moscas e insectos durante las tormentas?

Desafíos enfrentados por los insectos

Los insectos tienen la ventaja de ser pequeños, ágiles y capaces de volar. Sin embargo, durante condiciones climáticas inclementes como tormentas o temperaturas frías, estas características no les benefician. Los insectos son ectotérmicos, lo que significa que su temperatura corporal está influenciada por el entorno. En climas fríos, su metabolismo y niveles de actividad disminuyen, mientras que en temperaturas cálidas se energizan y se vuelven altamente activos.

Cuando los insectos se mojan, se vuelven más pesados, lo que dificulta su vuelo. El agua también puede hacer que sus alas se peguen entre sí. Combinado con niveles de energía más bajos, esto hace que los insectos sean vulnerables y menos ágiles en clima húmedo o frío. Además, los fuertes vientos durante las tormentas dificultan el vuelo y demandan más energía. Si bien la mayoría de los insectos tienen un exoesqueleto resistente que los protege de daños, chocar contra objetos puede ser agotador. Además, las gotas de lluvia caen a una velocidad promedio de 10 mph, generando un impacto significativo que podría ser potencialmente mortal para la mayoría de los insectos.

Buscar refugio vs aprovechar la situación

Dado los riesgos asociados con el viento y la lluvia, muchos insectos eligen buscar refugio. Algunas especies pueden detectar cambios en la presión del aire y predecir mal tiempo, lo que les permite encontrar refugio en troncos, bajo tierra o debajo de hojas, rocas o edificios. Tomar cobertura es la respuesta típica para los insectos.

Insecto escondiéndose bajo la flor (Crédito de la foto: Erik Jurman/Shutterstock)

Sin embargo, no todos los insectos siguen este patrón. Algunos insectos están mejor equipados para resistir fuertes vientos y el impacto de las gotas de lluvia. Insectos más grandes como escarabajos y libélulas son más resistentes y capaces de controlar sus patrones de vuelo en el viento.

Es bastante molesto que los mosquitos tengan la capacidad de sobrevivir a la lluvia intensa a pesar de su pequeño tamaño. La investigación ha demostrado que los mosquitos no disminuyen significativamente el impacto de las gotas de lluvia, sino que «montan la ola» y caen unos pies antes de escapar de debajo de la gota de lluvia. Esto es posible gracias a los pelos resistentes al agua en su cuerpo que repelen el agua. Estos pelos permiten que el mosquito se deslice debajo de la gota de lluvia y continúe su camino en busca de una criatura llena de sangre.

Aunque ser constantemente bombardeado por la lluvia puede parecer frustrante, los mosquitos aprovechan la situación mientras otros insectos se esconden o esperan a que pare de llover. La lluvia también puede servir como un indicador para ciertas especies de insectos para aparearse. Por ejemplo, las hormigas cortadoras de hojas liberan feromonas después de las lluvias de primavera para atraer a una pareja, y las hormigas macho emergen del suelo y siguen el aroma.

En conclusión, la mayoría de los humanos tratan de evitar caminar bajo la lluvia, pero hay algunos que disfrutan de ella. De manera similar, la mayoría de los insectos buscan refugio durante la lluvia, pero ciertas especies aprovechan las ventajas y las posibles oportunidades de apareamiento que trae la lluvia.

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