¿Por qué algunas personas tienen una memoria superior a otras?

La idea de que las personas tienen habilidades de memoria variables es algo inexacta, o al menos incompleta. Los recuerdos se forman a través de procesos en el cerebro que comprendemos bastante bien, y existen numerosas técnicas probadas que pueden mejorar las habilidades de memoria de una persona. Tanto la genética como el entorno contribuyen a la calidad de la memoria de un individuo, lo que convierte a este tema en un área de investigación fascinante y adaptable.

Imagina entrar a tu cocina y de repente olvidar por qué entraste a la habitación. ¿Recuerdas la última vez que alguien te saludó con una sonrisa de reconocimiento, pero no pudiste recordar su nombre? ¿Alguna vez has planeado algo con alguien y luego olvidaste por completo cuándo, dónde y con quién te suponías que debías encontrarte?

Episodios como estos pueden llevarte a creer que tienes una «mala» memoria o que ya estás experimentando signos de envejecimiento y deterioro de la memoria. Sin embargo, el cerebro humano es una máquina increíblemente compleja y misteriosa, y nuestras capacidades de memoria son uno de sus aspectos más enigmáticos.

Aunque algunos individuos naturalmente exhiben habilidades excepcionales de memoria, pudiendo recordar nombres, eventos y fechas sin esfuerzo, la memoria es mucho más compleja que simplemente categorizar la capacidad de alguien como «buena» o «mala». Tanto la genética como el entorno juegan un papel, junto con una multitud de otros factores que discutiremos a continuación.

(Crédito de la foto: BigMouse/ Shutterstock)

¿Cómo se forman los recuerdos?

Antes de poder comprender qué distingue a una memoria «buena» o «mala», es importante entender cómo se forman los recuerdos inicialmente. Dada la gran cantidad de información con la que nos encontramos cada día, se necesita un sistema eficiente para que podamos existir, formar recuerdos, pensar lógicamente, hacer conexiones y realizar innumerables tareas que a menudo damos por sentado. El proceso de formación de la memoria se puede dividir en tres etapas: Codificación, Almacenamiento y Recuperación.

Codificación

La codificación tiene lugar cuando recibimos entrada sensorial y la transformamos en un formato que el cerebro puede procesar. Hay tres tipos de codificación: visual, acústica y semántica. Por ejemplo, si ves el nombre de una camarera en su placa, codificas esa información visualmente (como una imagen). Si luego repites su nombre en voz alta durante tu conversación, puedes codificar la información acústicamente (como un sonido). Finalmente, si su nombre es el mismo que el de un profesor, amigo, tía o celebridad favorita, puedes almacenar la información semánticamente (vinculada al significado).

Estas piezas de información codificadas se transfieren a tu memoria a corto plazo (MCP), donde pueden durar de 0 a 30 segundos a menos que se repitan o se consoliden en la memoria a largo plazo. La consolidación de la memoria depende del paso del tiempo; cuanto más tiempo mantengas activamente un fragmento de memoria a corto plazo, más resistente se vuelve a los estímulos competitivos u otros factores que podrían borrarlo. Cuando los recuerdos codificados se almacenan en la memoria a corto plazo, solo pueden ocupar 5-9 «espacios». Sin embargo, la memoria también puede ser «agrupada», lo que permite superar esta capacidad limitada para recordar múltiples elementos simultáneamente.

Almacenamiento

Si la información se considera «importante» o «significativa», se transferirá a nuestra memoria a largo plazo. La clave en esta etapa es la repetición y el ensayo; cuanto más interactuemos o pensemos en la información en nuestra memoria a corto plazo, mayor será la probabilidad de que entre en nuestra memoria a largo plazo.

Cuando se forma un recuerdo por primera vez, el hipocampo consolida toda la información de ese recuerdo en un solo concepto. Sin embargo, con el tiempo, diferentes partes del cerebro pueden conectarse con esa región neocortical a través de cambios a nivel molecular, celular y neuronal, lo que permite acceder al recuerdo desde diferentes perspectivas. Este tipo de almacenamiento, como memoria a largo plazo, puede preservar un recuerdo durante décadas.

Recuperación

Recuperar recuerdos es el aspecto final y a menudo el más difícil de explicar. Dependiendo de cómo esté organizada la información, ya sea de forma natural o intencionada, la recuperación puede ser fácil o bastante desafiante. La asociación es la forma más efectiva de desencadenar la memoria a largo plazo, como escuchar una canción de amor del pasado que trae de vuelta un recuerdo claro que no se había pensado en años.

¿Por qué olvidamos?

Ahora que tenemos cierto entendimiento de cómo funciona la memoria, también exploraremos por qué olvidamos. Hay cuatro causas principales de «olvido» que llevan a muchas personas a dudar de sí mismas y creer que tienen una «mala memoria» durante el resto de sus vidas.

Fallo en la recuperación: Con el tiempo, especialmente para los recuerdos a corto plazo, si la información no se repasa o se revisita regularmente, las vías neuronales se deterioran y el recuerdo se desvanece sin llegar a nuestra memoria a largo plazo.

Fallo en el almacenamiento: Alguna información que encontramos, incluso repetidamente, no se almacena porque no es crucial para la memoria o su significado. Por ejemplo, es posible que recuerdes el color del edificio donde giras a la derecha para llegar a tu calle, pero no recordarás el número de ventanas en la fachada de la casa porque ese detalle era menos relevante y no llegó a la memoria a largo plazo.

Interferencia: Para mantenerse claros y bien organizados, nuestros recuerdos deben ser distintos. Cuando se almacenan juntos recuerdos similares, lugares, caras, nombres y experiencias, puede ser difícil separarlos en paquetes distintos. Por ejemplo, recordar los eventos específicos de una reunión familiar en comparación con otra, cuando ambas se llevaron a cabo en el mismo lugar con los mismos miembros de la familia, sería más difícil que si las reuniones se llevaran a cabo en lugares diferentes cada año.

Olvido motivado: Algunas experiencias, especialmente las dolorosas o traumáticas, se olvidan consciente o inconscientemente. Aunque estos eventos pueden ingresar en nuestra memoria a largo plazo, podemos suprimirlos conscientemente o reprimirlos inconscientemente, olvidándolos efectivamente. Hay métodos para acceder a estos recuerdos, como la hipnosis, pero las ideas de represión y supresión siguen siendo controvertidas en el campo de la psicología.

Ventajas genéticas y biológicas (Naturaleza)

Algunos aspectos de la memoria están bajo nuestro control, mientras que otros no. De manera similar, existen factores naturales que pueden contribuir a que una persona tenga una memoria más fuerte, así como elementos de crianza en nuestro desarrollo cognitivo, entrenamiento, infancia y habilidades de atención que pueden mejorar nuestra memoria, incluso a medida que envejecemos.

Cuando se trata de habilidades naturales, vale la pena señalar que algunas personas parecen tener una memoria excepcional. La idea de tener una memoria «fotográfica» ha sido ampliamente investigada, y se ha descubierto que ciertas personas poseen habilidades notables para recordar eventos que ocurrieron hace muchos años, incluyendo detalles específicos como la comida que comieron en un día particular durante su infancia. Un estudio a gran escala reveló que las personas con esta memoria episódica mejorada, también conocida como «memoria autobiográfica altamente superior» o HSAM, tienen lóbulos temporales y parietales más grandes, ambos asociados con el almacenamiento y la recuperación de la memoria. Esto les otorga una capacidad mejorada para la organización, similar a cómo algunas personas pueden memorizar miles de dígitos de pi en solo unas pocas horas.

Desde un punto de vista genético, los estudios han encontrado que ciertos genes influyen en la densidad de los receptores de dopamina en el cerebro. La dopamina es un neurotransmisor que ayuda en la recopilación de recuerdos episódicos del pasado. El estudio demostró que las personas con activaciones génicas específicas tienen una mayor densidad de receptores de dopamina en el hipocampo y también poseen habilidades de recuerdo de memoria más fuertes a medida que envejecen.

Métodos para mejorar la memoria (Educación)

Existen numerosas técnicas para mejorar la memoria, gracias a la plasticidad neuronal, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de nuestras vidas, incluso a medida que envejecemos. Si bien algunas personas pueden estudiar y emplear técnicas probadas para organizar y categorizar información para convertirse en campeones de la memoria, también hay muchos otros métodos y cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a mantener el cerebro agudo y mejorar las habilidades de memoria.

Desafiar al cerebro con nuevas actividades lo obliga a crear nuevas vías neuronales y formar conexiones únicas. Estas actividades deben ser progresivas y gratificantes, y es mejor salir de la zona de confort, como aprender un nuevo idioma o aprender a tocar un instrumento musical.

Una dieta nutritiva y ejercicio regular pueden proporcionar al cerebro los nutrientes y materiales necesarios, así como un suministro saludable de neurotransmisores y dopamina, que pueden ayudar en la recuperación de la memoria. Además, reducir los niveles de estrés, socializar con amigos y participar en actividades agradables que provoquen risa también se asocian con una mejora en las habilidades de memoria.

A un nivel más intencional, es importante prestar atención cercana a las experiencias y eventos, conectar la información entrante con los recuerdos existentes e involucrar tantos sentidos como sea posible al adquirir nueva información. Estas prácticas pueden aumentar la probabilidad de que los recuerdos a corto plazo se conviertan en almacenamiento de memoria a largo plazo. Además, ensayar o repetir información siempre que sea posible (como nombres, fechas y números) o utilizar dispositivos mnemotécnicos para asociar la información deseada con imágenes, palabras o símbolos puede ser beneficioso para la retención.

Un mensaje final

Como se demuestra en este artículo, la memoria es un fenómeno complejo e interconectado. Simplemente resignarse a tener una mala memoria sería hacer un mal servicio. Comprender cómo mejorar la retención de la memoria es el primer paso hacia la mejora. Participar activamente y absorber el mundo que nos rodea, en lugar de simplemente transitar por él, puede ayudar en la transferencia de información desde la memoria sensorial a la memoria a corto plazo y, finalmente, a la memoria profunda y duradera almacenada en nuestras mentes.

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